La última apuesta del año de Sala Farina fue compartir con el público visitante la
experiencia del hacer artístico. Llevar el clima del taller a la sala, como un enorme
laboratorio a la vista a lo largo de casi 50 metros. Abrir los procesos creativos a la
mirada, a la pregunta, al devenir, y también al diálogo con la arquitectura de esta
sala universitaria.
A partir del 29 de noviembre de 2016, con el espacio en blanco, comenzó MURO
CERO, que continuó los días siguientes, con la aventura de lanzarse al vacío, a la
vista del público.
Al unísono, los 20 muros concentraron la energía de más de una veintena de participaciones,
ya que algunos de los 19 artistas invitados extendieron el convite a otras
personas (estudiantes, amigos) para trabajar en conjunto. Verdaderos rituales se
sucedieron en MURO CERO, escenografías al son del vértigo visual.
Desde la apertura, y en pocas horas algunos muros ya estaban casi listos, y la seguidilla
de intervenciones no se detuvo durante diciembre.
Cual hoja en blanco, cada muro recibió la apuesta de un grupo de destacados artistas
argentinos, en una sala en plena acción atestada de escaleras, comprensor,
prensa de xilografía, mesas, bancos, pinceles, rodillos y tachos de pintura, entre
otros muchos elementos y herramientas, un paisaje que exteriorizó un detrás de
escena de gran riqueza.
Tomar un muro es volver a pensar en las estrategias artísticas y sus géneros más
allá de las disciplinas: como soporte de capas de sentido, como espacialidad trascendiendo
la escultura, como espacio de encuentro, de meditación, pantalla; siendo
parte de una instalación, zona de acción pictórica o para el despliegue de la línea
o la mancha, para la experimentación partiendo de una misma superficie y forma.
Finalmente y gracias a la Secretaría de Políticas Universitarias de Nación, MURO
CERO pudo convocar a un grupo a artistas de otras provincias, quienes se alojaron
en las Residencias de la Universidad Provincial de Córdoba.
PROYECTO MURO CERO
Juan Canavesi artista invitado
“Levitación” intervención
Levitación es el efecto por el que un cuerpo se halla en suspensión estable en el espacio, bajo efectos de
gravedad y como fenómeno de un cuerpo que se levanta sobre la tierra, manteniéndose en el aire sin apoyo
natural. En muchas tradiciones místicas y religiosas, se considera que una persona “iniciada” puede levitar.
En
la mística cristiana, recibe el nombre de éxtasis ascensional, y de marcha extática cuando el cuerpo parece
desplazarse sin tocar el suelo.
En este proyecto, la idea de levitación la tomo como el situarse en un estado mental más allá de lo terrenal, en
que una persona es abstracta y espiritual en relación con el mundo material o físico en el que se encuentra.
Esto permite a la persona que se soporte en lo que otros ven como normalmente abstracto e imaginario.
Para
el levitador, el fenómeno es tan real como la tierra es para los demás.